Existen diversos factores tanto endógenos, propios del individuo, como exógenos, determinados por modas o culturas, que hacen que el pie y la pisada de la mujer pueda ser diferente a la del hombre. ¡¡¡¡Vamos a conocer un poquito sobre ellos!!!!
VAMOS A DEDICARLE UN APARTADO ESPECIAL A LA MUJER, INDAGAREMOS EN COMO PISAN ELLAS.
VARIACIONES ANATÓMICAS
- En la mujer comparada con el hombre, podemos observar pies más pequeños por una cuestión de estatura, aunque cada vez la mujer tiende a ser más alta y, por tanto, a tener pies más grandes.
- El pie de la mujer está dotado de una mayor amplitud de movimiento en las articulaciones y los músculos. Esta cualidad es conocida por los especialistas en podología como hiperlaxitud, y tiene condicionantes sobre la salud de la mujer.
FACTORES GENETICOS Y HORMONALES
HIPERLAXITUD Y PIE PLANO
La hiperlaxitud articular o ligamentosa caracteriza al pie de la mujer. Según Blanca Lafuente, podóloga y experta en Biomecánica, existen varios factores que influyen en el origen de esta hiperlaxitud, aunque ella resalta dos: la genética y los estrógenos. También la hormona de la relaxina que se segrega en el embarazo, puede contribuir a la hiperlaxitud.
Una de las principales consecuencias de los pies hiperlaxos es la pronación, de ahí que el pie pronado sea el más característico de la mujer. ¡¡QUE DEBERÍAS SABER!!
- En el plano deportivo, la pronación excesiva implica un mayor gasto energético, más esfuerzo muscular, mayor tensión en estructuras como rodilla y cadera, pudiendo derivar en un mayor riesgo de lesión.
- Un pie hiperlaxos no tiene que ser necesariamente negativo para la práctica deportiva e incluso para la vida cotidiana.
- La pronación es necesaria para ‘amortiguar’ el cuerpo cuando se realiza ejercicio.

EMBARAZO
Los cambios en el cuerpo de la mujer durante el embarazo también tienen una implicación en la biomecánica y la pisada.
- La mujer segrega relaxina, una hormona que produce dilatación de ligamentos y tendones que aumentan su laxitud, generando un pie más aplanado.
- El peso del feto que se desarrolla dentro del útero de la madre, hace que el centro de gravedad del cuerpo de la mujer varíe, produciéndose un cambio postural y un aumento de la base de sustentación.
MENOPAUSIA Y OSTEOPOROSIS
Hay una relación directa entre la falta de estrógeno después de la menopausia y el desarrollo de la osteoporosis, con el consecuente debilitamiento de los huesos. Esta enfermedad implica que los huesos tengan más posibilidades de fracturarse al no haber suficientes cantidades de estrógeno y progesterona, las hormonas encargadas de su fortalecimiento.

FACTORES EXÓGENOS
USO DE TACON
La excesiva utilización de este tipo de calzado produce un acortamiento muscular del tríceps sural o gemelos, lo que puede implicar una mayor tendencia a la pronación y al equinismo. Este acortamiento muscular altera, entre otras cosas, la mecánica del pie y la propia postura.
Las características del pie y la pisada de la mujer hacen más probable la aparición de una serie de lesiones que a continuación vamos a detallar:
- Juanetes o HAV, bien sea por componente genético, anatómico o derivado del calzado.
- Periostitis tibial, Fascitis plantar y Condropatía rotuliana, patologías derivadas de un exceso de pronación.
- Síndrome cintilla iliotibial y Síndrome del piramidal. Estudios científicos demuestran que la prevalencia de esta enfermedad es mayor en mujeres que en hombres (estudio realizado a despotitas de una misma diciplina) debido a una debilidad de los músculos de la cadera.
- Metatarsalgias y Bursitis, derivados de uso de calzado inadecuado